La Responsabilidad Social Empresarial (R.S.E) y el Mantenimiento

Vamos a iniciar este artículo definiendo el significado de Responsabilidad Social Empresarial (R.S.E) como la contribución al desarrollo humano sostenible, a través del compromiso y la confianza de la empresa con sus empleados, las familias de éstos, la sociedad en general, y hacia la comunidad local como un aporte para mejorar el capital social y la calidad de vida de toda la comunidad. Indudablemente, es imposible una definición si no trae consigo objetivos. Para el caso que nos ocupa, el principal de ellos para la R.S.E es que el impacto positivo que causan estas prácticas en la sociedad se traduzca en una mayor competitividad y sostenibilidad para las empresas. Así, -Ser Responsable Socialmente- generará automáticamente más productividad, puesto que una mejora en las condiciones para los trabajadores optimizará también su eficacia. 

La responsabilidad social empresarial se focaliza en tres vertientes: cuidado al medio ambiente, las condiciones laborales de sus trabajadores y apoyo a las causas humanitarias. Enfocándonos en las dos primeras, no porque la tercera no sea importante, pues éstas son las que están muy relacionadas con la gestión de los activos.

La Responsabilidad Social Empresarial es una herramienta de ventajas en la calidad de sus trabajadores. Con esta actividad se pueden crear lazos y lograr un buen clima laboral, cosa que es muy importante en la producción y mantenimiento. Si los empleados se sienten a gusto en su trabajo, los resultados serán positivos.

La RSE puede influenciar positivamente en la competitividad de las empresas de las siguientes formas: 

Mejora de los productos y/o procesos de producción, lo que resulta en una mayor satisfacción y lealtad del cliente; mayor motivación y fidelidad de los trabajadores, lo cual aumenta su creatividad e innovación; mejor imagen pública, debido a premios y/o a un mayor conocimiento de la empresa en la comunidad, mejor posición en el mercado laboral y mejor interrelación con otros socios empresariales y autoridades. Igualmente, ahorro en costos e incremento de la rentabilidad, debido a la mayor eficiencia en el uso de los recursos humanos y productivos, por listar las más importantes. 

Ahora bien, quién es consecuencia de quien, o mejor dicho, la vieja interrogante: ¿Quién fue primero, el huevo o la gallina? Pues la respuesta está en analizar la raíz de la pregunta. ¿Quién contribuye a mejorar a quién? En uno de los artículos que escribí para Predictiva21 comentaba sobre la “Aptitud y la Actitud hacia el Mantenimiento” y posiblemente encontremos allí una respuesta. Partiendo de la afirmación de que si no tenemos una estrecha relación entre la gerencia y el personal que opera y mantiene la planta, así como los que de alguna manera u otra contribuyen directa o indirectamente con la misión primordial de una gerencia moderna y de calidad que es: mejorar los procesos, alargar la vida útil de activos, minimizar las fallas, disminuir los tiempos de reparación, aumentar la seguridad y operación, minimizar desperdicios, y sobre todo, una reducción significativa de los costos de producción y mantenimiento, indudablemente sin ello, no tendríamos una Responsabilidad Social Empresarial de calidad. Sin embargo, esto no se logra sin el apoyo total de la alta gerencia y con un individuo incentivado en una organización. Entendamos que la motivación es un resultado y ésta no se logra sin incentivos. 

Recordemos la teoría de la Pirámide de Jerarquía de Necesidades de Maslow; las personas van escalando hasta que poco a poco son motivables durante un tiempo, entonces se quedan en una posición o siguen subiendo en la pirámide hasta llegar a lo mas alto que es la “Autorrealización”. En este sentido, cómo podemos cuidar el ambiente si tenemos equipos que están operando en falla, generando contaminación; o en igual importancia, activos que funcionando inadecuadamente están presentando un riesgo para las personas en plantas y sus alrededores, ocasionando un incremento del Costo Psicológico del cual también escribí en esta revista en artículos anteriores. 

Por último, para quienes nos sentimos involucrados en el tema del Mantenimiento Centrado en Confiablidad (R.C.M.), recordemos que las criticidades de los activos las basamos en cuatro factores que, obligatoriamente a mi manera de entender, están en este orden: impacto sobre personas, ambiente, activos y por último, producción. Por mi parte, no conozco ninguna otra manera de alcanzar una Responsabilidad Social Empresarial de calidad sino nos centramos en esos cuatro factores y, a su vez, transitando por una estrecha relación totalmente beneficiosa entre una gerencia comprometida con sus clientes, el desarrollo de su personal y éstos, sintiéndose partícipes del éxito de una organización.

Autor: Brau Clemenza
Venezuela
Director de la firma de consultoría
Empresa: Logística, Inspeccion, Proyectos y Construcción C. A (LOINPROC C.A)
www.sistemademantenimiento.com
Correo #1: brclemenza@hotmail.com
Correo #2: loinproc@gmail.com
 

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