La Fundación de Investigación y Desarrollo de la Universidad Simón Bolívar, Funindes, es el órgano a través del cual la casa de estudios de vanguardia en el país organiza el evento, como parte de una amplia gama de ofertas de asesoría y consultoría, proyectos de investigación y programas de capacitación para industrias y empresas públicas y privadas, que la ha configurado como un referente indiscutible de educación para el desarrollo, y un importante soporte en la creación y puesta en marcha de tecnologías de factura nacional. Ambas conferencias son el resultado de largos años de trabajo en investigación y cooperación con la industria.
El aire fino del Cerro El Ávila impregna la fría mañana caraqueña. La sede de la Universidad Simón Bolívar se erige con naturalidad orgánica en un enclave hermoso, rodeado de vegetación domesticada y cerros verdes que serpentean contra el cielo. Los bien trazados jardines se alternan con los diferentes edificios de la universidad, en medio de la serena belleza que caracteriza a esta casa de estudios. Pero más allá de su acogedora infraestructura y cuidado paisajismo, la USB se destaca en el panorama nacional como el centro de creación de conocimientos y avances científicos, que ha vinculado sabiamente el tradicional desarrollo cognoscitivo de la universidad con las apremiantes necesidades del mundo industrial y empresarial, necesidades cambiantes, dinámicas, insertas en la evolución constante de la tecnología mundial. Como eslabón de enlace entre ambos, la USB creó la Fundación de Investigación y Desarrollo, FUNINDES. Este año, la casa de estudios y su fundación llevan a cabo la III Conferencia sobre Confiabilidad Industrial y la I Conferencia de Confiabilidad Humana, como parte de los resultados obtenidos tras largos años de investigación y desarrollo.
En los espacios de la biblioteca tiene su sede FUNINDES, interfaz de vinculación de la universidad con todos los sectores productivos y sociales en el país. Asimismo, esta fundación está capacitada para realizar y coordinar trabajos y proyectos fuera del territorio nacional, concebida como una figura jurídica independiente de la universidad, con libertad para realizar contratos para la ejecución de asesorías, trabajos de consultoría, cursos, formación, post grado, en conjunto con la industria y con entes gubernamentales. Sergio Díaz, profesor del Departamento de Mecánica y gerente de Planificación y Desarrollo de esta fundación, amplía detalles.
P21: ¿Cómo surge la necesidad de crear FUNINDES?
Sergio Díaz: La fundación fue creada hace 26 años y surge como una respuesta al desarrollo natural de la universidad, que tiene ya unos 40 años de fundada. Inicialmente, se crearon varios institutos destinados a desarrollar la extensión universitaria y llevar el conocimiento a otros sectores de la sociedad, más allá del ámbito universitario, al servicio del país, de las áreas productivas y de la sociedad en general, para dar respuestas y contribuir al desarrollo. Fue una respuesta natural, premeditadamente diseñada desde los inicios de la universidad.
P21: ¿Cuáles son los programas que maneja actualmente FUNINDES?
SD: Nuestra fundación maneja tres tipos de programa. En primer lugar, tenemos los de cooperación técnica, que incluyen asesoría y consultoría, y que permiten diseñar proyectos y desarrollar prototipos, con la participación de estudiantes y profesores. Luego tenemos el programa de servicios de laboratorio, en los que se hacen análisis y ensayos de diferentes tipos en el área de materiales e impacto ambiental. Y por último tenemos el programa de formación, destinado a cursos, post grados, maestrías y doctorados.
P21: ¿Qué empresas, nacionales e internacionales, han estado involucradas con estos planes de acercamiento y cooperación con Funindes?
SD: Nuestro principal cliente es PDVSA, todas sus empresas filiales, y las empresas mixtas, con las cuales hemos trabajado en el área de ingeniería ambiental, ingeniería de confiabilidad, mantenimiento, y en el área eléctrica. Hemos trabajado también con empresas Polar, Corpoelec, Edelca, y muchas empresas pequeñas. En la parte automotriz tenemos a General Motors, Mitsubishi, entre otras. Hemos efectuado análisis en el área de la industria de la construcción, pruebas de sistemas, fabricantes de luminarias y lámparas, a las cuales se les hacen pruebas en los laboratorios. La universidad tiene un campo muy amplio de conocimientos, y todo ese conocimiento se pone al servicio de la sociedad a través de FUNINDES.
P21: ¿Cuáles son los proyectos más importantes en los que FUNINDES se involucra actualmente?
SD: Quizá el más importante es el que se relaciona con el área de CRP en PDVSA, destinado al control de fugas y derrames en la zona del Golfo de Venezuela. En esa parte del Golfo se ha desarrollado, con tecnología nacional y en alianza entre la USB y empresas privadas, un sistema de contención de derrames de crudo, que permite recogerlos y limpiarlos para que no afecten el área del golfo. También tenemos un grupo de proyectos significativos en el área de confiabilidad operacional, en los que hemos trabajado con las empresas Petrocedeño y Petrozuata. A través de FUNINDES llevamos a cabo proyectos de gerencia de activos, con el levantamiento de información de los equipos y levantamiento de planes de mantenimiento. Vale también destacar nuestra actuación en el área de Confiabilidad de Sistemas Eléctricos, pues estamos ejecutando un acompañamiento en una de las filiales de PDVSA en el área de Aseguramiento de la Calidad de Diseños de Plantas Eléctricas.
P21: ¿Cómo enlaza la labor de FUNINDES en el área de Mantenimiento Predictivo y Gestión de activos?
SD: La Universidad Simón Bolívar tiene una estructura particular si se compara con otras universidades nacionales, pues no funciona por facultades, sino a través de una estructura matricial, lo cual quiere decir que cada carrera o cada área del conocimiento en realidad está atendida por varios departamentos. En el caso particular de Mantenimiento, tenemos diferentes recursos en los departamentos de Ingeniería Mecánica, Conversión de Energía, y Sistemas. Cada uno, observando el área de la confiabilidad desde diversos puntos de vista, permite que se establezca un grupo de veinte profesores, que desarrollan trabajos en áreas como Diseño para la Confiabilidad, Análisis de Confiabilidad, Análisis de Equipos, Gerencia de Activos y Producción y Generación de Planes de Mantenimiento. Vale decir que FUNINDES es la ventana abierta a través de la cual la Universidad Simón Bolívar busca interactuar con la sociedad, llevando su conocimiento y saber, y esperando un feed back con el resto del país.
Estamos abiertos a aportar en cuanto a cualquier necesidad que exista en el área de confiabilidad, en el área de mantenimiento o cualquier otra área en la que se requiera un apoyo tecnológico.
III Conferencia de Confiabilidad Operacional y la I Conferencia de Confiabilidad Humana
Otra de las actividades que impulsa FUNINDES en el seno de la USB es la Conferencia de Confiabilidad Operacional, cuya tercera edición tendrá lugar en el mes de noviembre. Esta III Conferencia de Confiabilidad Operacional transcurrirá a la par de la I Conferencia de Confiabilidad Humana, en franca demostración del compromiso que ha asumido la USB con la confiabilidad y su evolución dentro de los procesos industriales, en donde el accionar humano juega un papel crucial. En su obra Planificación y gestión del mantenimiento industrial, los autores Karli Jiménez y Teddy Milano plantean que “La percepción que tradicionalmente se ha tenido sobre el mantenimiento está cambiando debido a que los equipos son ahora más automatizados y complejos en su diseño (…) muchos de los sistemas actuales de mantenimiento están mostrando demasiadas limitaciones para prevenir y/o evitar las fallas, por lo que el personal (incluyendo directivos y gerentes) está siendo exigido cada vez con mayor intensidad y obligado a pensar y actuar de otra manera”. (1) Desde este espacio de reflexión, es posible comprender el porqué del esmero en el tema en el mundo de la industria. En tal sentido, el profesor Joaquín Santos, jefe de la sección de Sistemas y Control de la Universidad Simón Bolívar, explica que esta casa de estudios no es ajena a tal interés respecto a la confiabilidad y sus diferentes aspectos, debido al impacto que tienen en el desarrollo industrial.
P21: La III Conferencia de Confiabilidad Operacional y la I Conferencia de Confiabilidad Humana, ¿cómo se conecta con FUNINDES y qué importancia tiene?
Joaquín Santos: FUNINDES es uno de los patrocinadores de esta actividad, que a su vez involucra a la USB, pues las conferencias se desarrollarán en el complejo de auditorios de nuestra casa de estudios. La primera conferencia tuvo lugar en el año 2000, fecha en la cual la Universidad Simón Bolívar da comienzo a un programa, trabajando con la industria petrolera en el área de Confiabilidad y Mantenimiento. De ahí surgió la necesidad de mostrar qué estamos haciendo, qué investigaciones se hacen a nivel mundial y específicamente en la región, y esto dio origen a la primera conferencia. En la segunda edición de este evento, doce años después, se muestra la consolidación de un largo trabajo desarrollado durante los últimos años, con invitados internacionales de países como Argentina, México. Esta III Conferencia de Confiabilidad Operacional es la continuidad de esta dinámica, profundizando en una serie de metodologías que se vienen desarrollando no solamente a nivel local y regional, sino también a nivel internacional.
P21: ¿Cuáles son los temas básicos que va a tocar en el evento?
JS: La conferencia de Confiabilidad Operacional toca áreas relacionadas con las metodologías vinculadas a la conferencia, los modelos usados para planificar y estructurar lo que tiene que ver con el mantenimiento y la confiabilidad en instalaciones industriales, la ingeniería dedicada a la confiabilidad, los aspectos relacionados con el modelo matemático, las aplicaciones de estas metodologías. Y el área de la confiabilidad operacional se vincula a la confiabilidad humana. Tiene que ver con el operador, tiene que ver con las estrategias de trabajo, con las situaciones sobre seguridad y riesgo.
En su obra Comportamiento Humano: nuevos métodos de investigación, su autor, Miguel Martínez, destaca que “El hecho de pensar con nuevas categorías constituye algo en verdad desafiante para la mente humana, ya que tiene que tiene que inventar dichas categorías.” (2) En este cariz, la Confiabilidad Humana ha representado sin dudas un desafío para los enfoques previos existentes acerca de cómo abordar la confiabilidad, el mantenimiento y finalmente la gestión de activos. En los últimos años, el tema de la Confiabilidad Humana parece haber adquirido una importancia capital, y este nuevo paradigma, que supone uno de los desafíos a los que alude el citado autor, será tratado en esta primera conferencia. Al respecto, el profesor Joaquín Santos destaca que, pese a los avances evidentes de la ciencia y la tecnología, no importa cuán perfecto sea el diseño de una máquina o de una estrategia de seguridad, “el elemento humano siempre está presente en cada una de esas actividades, y este elemento humano introduce una serie de situaciones que pueden llevar a niveles de riesgo importantes. El activo humano participa directamente en lo que son los procesos, por tanto, al activo humano hay que estudiarlo desde la perspectiva de cuál es la confiabilidad que tiene en esos procesos.” – sostiene el catedrático.
P21: ¿Qué impacto esperan causar con este evento de confiabilidad enfocado en el activo humano?
JS: Nosotros queremos sacudir tanto los aspectos de confiabilidad operacional como los de confiabilidad humana desde las universidades, los estudiantes, los ingenieros, los técnicos, los gerentes, desde las personas que son responsables de la toma de decisiones y de la planificación. Hay toda una dinámica que se desprende del accionar humano, y así como hay que cuidar los activos físicos, también hay que cuidar los activos humanos. Parte de los activos humanos es preservada por la confiabilidad operacional, pero la confiabilidad humana también aporta elementos que son objeto de estudio, y por ende de medición y calificación. No todo el mundo puede trabajar en mantenimiento, o en una línea de producción. Por ende, la confiabilidad humana evalúa, utiliza herramientas estadísticas, análisis que han desarrollado en conjunto psicólogos e ingenieros, para atender este enfoque. Al final, buscamos que la actividad en conjunto de la sociedad redunde en lo que consideramos cuatro cosas importantes, que sea exitosa, eficiente, estratégica y que sea excelente.
P21: ¿Qué tan difícil es instaurar una cultura de confiabilidad humana?
JS: Cuando hablamos de confiabilidad y mantenimiento, mucha gente puede pensar que eso sucedió hace 40 o 50 años. La humanidad desde que inició su actividad ha tenido que abordar el tema de la confiabilidad y del mantenimiento, pero realmente la etapa posterior a la Segunda Guerra Mundial, con todo el desarrollo tecnológico, y con la introducción del concepto de sistemas complejos como tal, planteó un dilema de lo que es la confiabilidad humana y la confiabilidad operacional. La II Guerra Mundial planteó un hito histórico respecto a la actividad industrial y humana, y eso marca la importancia de estudiar la confiabilidad, profundizar y documentar al respecto, realizar conferencias, escribir papers y publicaciones, todo ello desde los años 60. La importancia es trascendental. Una sociedad que no vigile el mantenimiento de su infraestructura, y que no eduque a la población en la idea de que tiene que participar de ello como un todo, es una sociedad que atravesará problemas con todo lo que es su aparato productivo, su aparato de servicios. El área de confiabilidad humana es el punto de convergencia entre las ciencias humanas y las ciencias técnicas, en donde el activo humano y el activo físico deben trabajar en conjunto y buscar tanto la ventaja que tiene la parte técnica y también la parte humana. Sin entrenamiento, el nivel de riesgo es terrible. Personalmente, creo que el mantenimiento y la confiabilidad están para quedarse.
Confiabilidad y USB: Compromiso evidente en estudios de cuarto nivel
La obra de Jiménez y Milano, Planificación y Gestión del Mantenimiento Industrial, destaca, como parte de los factores que determinan la dinámica de una organización, a la gente y la cultura, refiriéndose a la primera como “(…) la organización de mantenimiento debe contar con personal adecuado, capacitado y preparado en función de asumir todos los retos que se le presenten en función de los procesos, y brindar la mayor cantidad de soluciones posibles (…)”. En el segundo aspecto, cultura “Implica la búsqueda, por parte del personal de la organización de mantenimiento, de nuevos conocimientos, capacidades y destrezas para contribuir al crecimiento personal y profesional y, por consiguiente, al de la empresa.” (1) Desde este enfoque, de incontestable actualidad, se inscriben una serie de acciones que desarrollan los estudiosos del tema del mantenimiento industrial, y la USB no se ha quedado a la saga. El post grado de Confiabilidad Operacional que dicta esta casa de estudios viene a llenar el vacío que existía en el país en esta materia, indispensable para el desarrollo industrial. El profesor Orlando Aguillón, responsable de esta especialización, explica sus orígenes y propuestas.
P21: ¿En qué consiste la especialización?
Orlando Aguillón: Consiste en un grupo de doce módulos orientados hacia la parte de superficie (esto con relación a la industria petrolera). Existe una rama de la especialización que aborda la parte de confiabilidad en subsuelo. Estos doce módulos comprenden materias básicas, obligatorias: confiabilidad operacional, ingeniería de confiabilidad, confiabilidad humana, finanzas para la confiabilidad, diseño para la confiabilidad y otro grupo que son las metodologías, como inspección basada en riesgo o análisis causa raíz, AMEF, que son técnicas muy utilizadas a lo largo de la parte de confiabilidad, o sea, dentro de la ingeniería de confiabilidad, que se aplican en todo el mundo.
P21: ¿Cómo y cuando surge la necesidad de realizar estos post grados?
OA: La especialización en confiabilidad es la primera de las especializaciones que responde a una necesidad de la industria, en este caso la industria petrolera. En el año 99, el CIED de PDVSA nos pide un adiestramiento en confiabilidad, y lo primero que se plantea como actividad de confiabilidad es la conferencia, que se realiza en el año 2000. Se podría decir que la primera conferencia de confiabilidad operacional es la semilla que dio origen a la especialización como tal. PDVSA nos solicita entonces una especialización, un adiestramiento en confiabilidad para toda la industria petrolera, y en ese momento, la Universidad Simón Bolívar tenía parte de lo que es confiabilidad dividida en diferentes áreas: materiales, electrónica, mecánica, pero no era una especialización formal. El holding estatal nos propone colocar a nuestra disposición profesionales formados en el exterior en Confiabilidad para que, en conjunto, con profesores de la USB, creáramos la especialización. Como decimos siempre, la confiabilidad nace de la industria aeroespacial, de ahí pasa a la industria aeronáutica, y de la industria aeronáutica pasa a la industria petrolera. Y es así como llega Confiabilidad a Venezuela, de la mano de PDVSA, con la actuación directa de nuestra universidad.
P21: ¿Qué ha implicado esto para la Simón Bolívar como ente creador de conocimiento?
OA: El impacto directo en la industria petrolera, que fue donde se abrieron las tres primeras cohortes, tuvo incidencia en la producción. La especialización tiene un trabajo especial de grado al final de los doce módulos, y en ese trabajo especial de grado PDVSA exigió que resolvieran un problema de campo, y así fueron las primeras cohortes, de 20 personas, y cada participante debía resolver un problema. Eso, en el área de Producción, fue muy bueno. Y en paralelo se fue colando la información de que el post grado ya estaba acá en la universidad, y entonces aparecieron otras industrias interesadas, como la industria de alimento, la petroquímica, las empresas básicas de Guayana, la industria farmacéutica, y empezamos a abrir la especialización a otras empresas. Al principio, los profesionales que ingresaban eran ingenieros químicos, petroleros y mecánicos, pero en la medida que iba pasando el tiempo tuvimos arquitectos, ingenieros civiles, médicos. Entonces no fue exclusividad de la industria petrolera la especialización, pero fue quien la impulsó, de lo cual PDVSA se siente muy orgullosa, al sembrar la semilla de la Confiabilidad. A lo largo de estos 14 años ya llevamos diez cohortes efectivas.
P21: En el área de Confiabilidad Humana, ¿cómo se enfoca el post grado?
OA: El área de Confiabilidad Humana es nueva, incluso dentro de Confiabilidad, un área realmente novedosa, porque trata de medir la confiabilidad del ser humano, cosa que es muy difícil. Ese plus que le dio el módulo de Confiabilidad Humana como una disciplina obligatoria de la especialización, ha sido excelente. Hemos podido incorporar médicos, en el área de neurología e ingenieros que también están trabajando en el área. Pienso que eso ha enriquecido mucho al post grado, sobre todo ahora, que contamos con profesores internos para dictarlas. Hay otras materias que se han creado a lo largo de estos años, que han nacido de la necesidad de industrias como la petrolera. Tal es el caso de asignaturas como Diseño para la Confiabilidad, Finanzas para la Confiabilidad, que inicialmente no estaban en el pensum, pero que han terminado incorporándose. Si pudiéramos resumir qué es la Especialización en Confiabilidad o cual ha sido el resultado de la especialización en confiabilidad a lo largo de estos años, podríamos decir que ha sido la formación de ingenieros en confiabilidad, que han resuelto problemas tanto nacionales como internacionalmente, y la migración de ese conocimiento a todo el resto de la industria. Eso nos llena de mucho orgullo porque en este momento podríamos decir que somos una de las pocas universidades que tiene Confiabilidad como estudio formal.
P21: En el plano internacional ¿estos esfuerzos han tenido alguna resonancia?
OA: Varias universidades internacionales se han interesado en la labor que estamos desarrollando en la USB con respecto a los post grados de confiabilidad. Específicamente podemos citar la Universidad de Sevilla, en España; y la universidad de Maryland, en Estados Unidos. Con esta última, que colabora directamente con la agencia espacial estadounidense, NASA, está en proceso la firma de un convenio, que permitirá a profesionales de ambos países intercambiar conocimientos y experiencias. Las ventajas para la USB son evidentes, pues la universidad de Maryland es uno de los centros de estudio pioneros en Confiabilidad vinculada a la electrónica, al control y a los equipos de sistemas complejos. Eso nos permitiría a nosotros recibir de ellos formación en sus instalaciones. A su vez, ellos están muy interesados en poder trabajar con nosotros en la industria petrolera venezolana para mejorar los procesos de tecnologías. Tener un convenio con una universidad como esa muestra el éxito de estos últimos catorce años de trabajo en cooperación.
Referencias
- 1. MILANO, Teddy; JIMÉNEZ SÁNCHEZ, Karli; Planificación y gestión del mantenimiento industrial. Editorial Panapo, 2006.
- 2. MARTÍNEZ, Miguel; Comportamiento humano: nuevos métodos de investigación. Editorial Trillas, 2012.
Autor: Alimey Díaz M.
Fotografía: Cortesía USB. Andrés González