La confiabilidad en ingeniería, esencial para optimizar sistemas y garantizar seguridad, ha evolucionado, desempeñando un papel crucial en el funcionamiento eficiente de componentes y procesos. Desde sus inicios hasta la actualidad, ha experimentado transformaciones significativas que han moldeado su comprensión y aplicación en diversos sectores.
Antecedentes Históricos
En 1950, el auge de la aviación y la aeronáutica marcó un punto de inflexión, impulsando estudios detallados sobre la confiabilidad humana en ingeniería. Desarrollos pioneros, como los estándares de ingeniería humana para la Fuerza Aérea de EE. UU., fueron fundamentales para comprender la interrelación entre el factor humano y la confiabilidad en tareas críticas. Los informes de la década de 1950 documentaron hallazgos que sentaron las bases para futuras investigaciones.
En las dos décadas posteriores, se crearon bases de datos con estimaciones de confiabilidad, analizando la interacción con los diseños de ingeniería. Desde 1980, la investigación sobre confiabilidad humana ha experimentado un notable aumento, motivado por avances en energía nuclear, informática y software.
Contribuciones y Desafíos Actuales
Organizaciones, asociaciones, universidades e investigadores han desempeñado un papel crucial en la generación de avances e innovaciones en la confiabilidad humana. En la década de 1960, la confiabilidad humana se aplicó por primera vez en dispositivos médicos, anticipando su relevancia en la medicina.
En el mundo tecnológico actual, la dependencia de la continuidad en el funcionamiento de una amplia gama de componentes es evidente. Desde electrodomésticos hasta sistemas de comunicación, la sociedad acepta que estos elementos deben estar disponibles y operativos según sus especificaciones. Sin embargo, la atención se centra en evitar y minimizar fallas que podrían tener consecuencias catastróficas, desde lesiones hasta la pérdida de vidas.
La complejidad de las interrelaciones humanas y sociales presenta desafíos significativos para la confiabilidad en general y, en particular, para la confiabilidad humana. La combinación de ambos debe abordar de manera adecuada las fallas y problemas en componentes, equipos, sistemas y procesos (CESP).
Expertos y entidades enfocan su atención en el diseño, mantenimiento y operaciones de equipos, considerando la confiabilidad humana en el entorno de la ingeniería. Los humanos desempeñan un papel crucial a lo largo del ciclo de vida de un componente, desde el diseño hasta la eliminación.
La interacción humana con los CESP varía a lo largo del ciclo de vida, dando lugar a deterioros debido a errores humanos. Estos errores se clasifican en seis categorías principales: error durante el diseño, ensamblaje, instalación, operación, mantenimiento y durante las tareas de mantenimiento.
El error humano, especialmente durante las tareas de mantenimiento, puede tener consecuencias significativas, como reparaciones incorrectas o la aplicación inadecuada de medidas preventivas. Ejemplos de esto incluyen la calibración incorrecta de equipos, la selección errónea de lubricantes y el uso de herramientas inapropiadas.
La confiabilidad humana ha evolucionado desde la aviación hasta ser crucial en la sociedad tecnológica actual, marcando una significativa transformación a lo largo de las décadas. Frente a desafíos complejos, la investigación y aplicación de principios de confiabilidad humana son esenciales para asegurar una interacción segura y eficiente con la tecnología en el futuro.