Desde los inicios de la civilización humana la necesidad de realizar actividades o procesos de una mejor manera ha sido una constante. Esto, con la finalidad de disminuir repeticiones, errores, defectos o simplemente para ahorrar tiempo y costes. Por tal motivo, se toma tiempo para analizar detalladamente la causa real que contribuye directamente a que una actividad falle. Esto, se logra por medio de diferentes herramientas. El Análisis de Causa Raíz ACR o RCA (Root Cause Analysis, de acuerdo a sus siglas en inglés) es básicamente una serie de metodologías que utilizan las organizaciones para establecer las causas que generan a determinadas cuestiones.
Historia del análisis de causa raíz
El comienzo del análisis de causa raíz, como disciplina, se puede remontar en la década de los 50. En esa época, existía el campo de la gestión de calidad total o TQM, por sus siglas en inglés. Este análisis de las causas profundas de los problemas formó parte de un proceso más general de resolución de problemas. De esa forma, logró desempeñar, esencialmente, un papel integral en los esfuerzos de mejora continua del proceso de producción.
Luego, en el área industrial, en la década de los setenta, se comenzó a utilizar herramientas para el análisis de los factores o causas que producían los errores. Estas herramientas, técnicas y estudios se implementaron con el objetivo de lograr desarrollar sistemas más seguros. Por tanto, estos métodos lograron tener un impacto especial en la industria nuclear, la aviación, entre otras.
Principios del análisis de causa raíz
Como en toda disciplina, existen diversos principios básicos que guían el análisis efectivo de la causa raíz, algunos de los cuales ya deberían ser evidentes. Al aplicar estos principios, no solo contribuye a la calidad del análisis, sino que también ayudará al analista a ganar confianza y aceptación por parte de las partes interesadas, los clientes o los pacientes. Entonces, para poner en práctica los principios básicos del análisis de causa raíz, debes tomar en cuenta lo siguiente:
- Enfocarte en corregir y remediar las causas de raíz en lugar de sólo los síntomas.
- Ten en cuenta que podría haber múltiples causas raíz.
- Concentrarse en cómo y por qué sucedió algún problema y no en quién fue el responsable.
- Evita ignorar la importancia de tratar los síntomas de un problema para causar un alivio a corto plazo.
- Es importante ser metódico y encontrar evidencias de causa y efecto concretas para respaldar las afirmaciones de causa raíz.
- Proporcionar suficiente información para informar un curso de acción correctivo.
- Considerar cómo se puede prevenir una causa raíz en el futuro.
Entonces, como lo indican los principios anteriores, podemos decir que, al analizar problemas y causas profundas, es importante adoptar un enfoque integral, como un conjunto de sistemas dependientes entre sí. Además, aparte de descubrir la causa raíz, es necesario esforzarse por proporcionar un contexto e información que resultará en una decisión.
Técnicas recomendadas para realizar un análisis de causa raíz efectivo
Al momento de realiza un análisis de causa raíz disponemos de una amplia variedad de técnicas. Por eso, a continuación, te mostraremos las técnicas más comunes y prácticas.
Análisis de cambios/Análisis de eventos
El análisis de cambios es un método bastante útil para el análisis de causa raíz. Este consiste en analizar cuidadosamente los cambios que conducen a un evento.
Este método es muy útil cuando se trabaja con un gran número de causas potenciales. Con esta técnica se observa el sistema por un período de tiempo más largo y se obtiene un contexto histórico.
Para realizar esta técnica tan útil para el análisis de causa raíz se siguen estos puntos:
- Primero, se hace una lista de todas las causas potenciales que condujeron a un evento. Estas deben ser cada vez que se produjo un cambio para bien o para mal o benigno.
- Segundo, se clasifica cada cambio o evento según la influencia que se tuvo sobre él. Se puede categorizarlo como interno o externo, provocado o no provocado, etc.
- Tercero, se revisa evento por evento y se decide si ese evento era un factor no relacionado, un factor correlacionado, un factor contribuyente o una causa raíz probable. Aquí es donde ocurre la mayor parte del análisis y donde se pueden usar otras técnicas como los 5 ¿por qué?, la cual exploraremos en breve.
- Cuarto, se observa cómo se puede replicar o remediar la causa raíz.
Los 5 ¿por qué?
Una de las técnicas más comunes para realizar un análisis de causa raíz es el enfoque de “los 5 ¿por qué?”. Es decir, para cada respuesta a una pregunta de tipo “¿por qué?”, hay que seguirla con una pregunta adicional y más profunda de «Bien, pero ¿por qué?». Llevándolo a un caso más conocido, tenemos el ejemplo de los niños. Ellos son excelentes para los análisis de las causas raíz ya que siempre se preguntan el porqué de las cosas. En este artículo te explicamos la importancia de los 5 por qué en el análisis de causa raíz.
Luego de plantearse las 5 preguntas, seremos capaces de descubrir la causa raíz de algún problema. Con este análisis de causa raíz, seremos capaces de determinar el o los orígenes del problema y tomar las medidas necesarias para prevenirlas.
Por esto, decimos que “los 5 por qué” son útiles para evitar suposiciones. Esto, ya que logran encontrar respuestas detalladas a las preguntas que aparecen. De este modo, las respuestas se vuelven más claras y concisas cada vez. En un caso ideal, el último “por qué” debe conducir al proceso que haya fallado.
Diagrama de espina de pescado de causa y efecto
Otra de las técnicas más comunes la del diagrama de espina de pescado, también es conocida como diagrama de Ishikawa y se usa para mapear visualmente la causa y el efecto. Este diagrama puede ayudar a identificar las posibles causas de un problema al alentarnos a seguir caminos categóricos ramificados a las posibles causas hasta que terminemos en el correcto. Si se analiza, es bastante similar a “los 5 ¿por qué?”. Sin embargo, la diferencia es que el diagrama es mucho más visual.
Por lo general, se comienza con el problema en la mitad del diagrama. Luego, se realiza una lluvia de ideas sobre varias categorías de causas, que luego se colocan en las ramas de la línea principal. Las categorías son bastante amplias y podrían incluir variables como «Personas». Después, se agrupan las categorías y se dividen en partes más pequeñas. Por ejemplo, bajo la variable «Personas» se podría considerar posibles factores de causa raíz como «liderazgo», «personal», «capacitación», etc.
Así, a medida que se profundiza en las causas y subcausas potenciales, al cuestionar cada rama, el esquema nos acerca a las fuentes del problema. Podemos usar este método para eliminar las categorías no relacionadas e identificar los factores correlacionados y las posibles causas fundamentales.
Beneficios de aplicar un análisis de causa raíz
Por definición, el análisis de causa raíz busca descubrir la causa de un problema o suceso. Por esto, es importante entender los objetivos que busca este análisis para aplicarlos a nuestros fines.
Como principales beneficios, el análisis de causa raíz nos ofrece la posibilidad de realizar análisis críticos de situaciones abstractas que pueden derivar en problemas importantes para las organizaciones. Además, nos permite explorar el conjunto de soluciones disponibles. Así, podremos planificar acciones preventivas.
