El monitoreo de condición como generador de conocimientos de la Gestión de Activos
Articulo31 de agosto de 2023En este artículo relacionaremos tres aspectos claves, el monitoreo de condición, la industria 4.0 y la gestión de activos, esto con el objetivo de visualizar como a través de los datos adquiridos a partir de diferentes técnicas de inspección, se puede generar conocimiento que permita a las organizaciones tomar decisiones oportunas y orientadas a la optimización del ciclo vida del activo durante cada una de sus etapas.
Se cree que el monitoreo de condición o también llamado mantenimiento predictivo ya está cubierto en la gran mayoría de las organizaciones industriales, por lo que dejamos de verlo como un foco clave y de soporte en los procesos de transformación que estamos viviendo, sin embargo, esto podría estar lejos de la realidad.
A través de la historia hemos visualizado como el desarrollo que nace desde la primera revolución industrial ha tenido un impacto en la productividad y la economía, partiendo desde la máquina de vapor, pasando por diferentes etapas como la electricidad, producción en serie, computación, internet, automatización, entre otras, lo que ha mostrado un comportamiento similar en su impacto en el sector económico, donde inicia con un incremento desde el punto de vista de la inversión, empieza a decrecer y llega a un punto de sostenibilidad a través del tiempo, sin embargo, en la actualidad hablamos de diferentes procesos de transformación casi de manera simultánea, lo cual exige que encontremos puntos de convergencia que nos lleven a implementaciones exitosas.
En la industria nos vamos a concentrar en 3 procesos claves, la transformación digital, la transformación cultural y la gestión de activos, los cuales a su vez se soportan en un sin número de metodologías y filosofías, aunque puede parecer abrumador como llevarlas a la realidad en cada contexto organizacional, estos procesos deben articularse entre ellos para ganar batallas cortas que les permitan mirar a largo plazo.
Existen algunos mitos en las organizaciones que hacen aún más complejo que estas implementaciones lleguen a resultados exitosos, de alto impacto y sostenibles, los cuales podrían resumirse en 3:
- Las iniciativas de transformación son un proyecto con principio y fin, con un área como único dueño y responsable de los resultados.
Este es sin duda el primer paradigma que debemos abordar si deseamos embarcarnos en un proceso de transformación en nuestra gestión de activos y es que si bien, es idóneo aplicar metodologías de proyectos tanto agiles como tradicionales, la transformación es un proceso de mejora continua que se ajusta a cada contexto organizacional y planeación estratégica, el cual se debe abordar desde una perspectiva holística que permita involucrar a toda la organización, esto no quiere decir que no existan áreas/roles específicos que lideren y guíen estos procesos, pero solo generando un lenguaje común en los niveles estratégico, táctico y operativo, se logrará el cumplimiento de objetivos comunes.
- No todas las compañías cuentan con el nivel de madurez necesario para emprender procesos de transformación.
En muchas ocasiones escuchamos gerentes excusarse en la falta de herramientas tecnológicas, en la vejez de la maquinaria, en el tamaño de la organización, entre otras, para no emprender implementaciones relacionadas con la gestión de activos e industria 4.0, sin embargo, como bien lo sabemos, esto podría impactar en el futuro de la misma, lo que se debe aplicar es un conocimiento profundo de la organización, esto puede ser a través de diferentes metodologías de evaluación de madurez, que nos permitan visualizar los campos de mayor impacto y retorno que le den viabilidad a las inversiones en esta áreas.
- Nunca es tarde para comenzar con la transformación.
Si hay algo de los que somos testigos día a día, es del corto tiempo de vida que tienen las empresas, esto nos indica con claridad que, si no abordamos procesos de transformación a tiempo en nuestras organizaciones, corremos el riesgo de no ser competitivos ni sostenibles en el mercado.
Como consecuencia de los puntos anteriores, muchas organizaciones pierden el foco al momento de sus implementaciones, lo que impacta en la disminución del entusiasmo y la credibilidad en las diferentes metodologías que soportan estos procesos de transformación.
Alineando el ciclo de vida del activo con aspectos de la industria 4.0
En primera instancia si buscamos puntos de convergencia entre la gestión de activos y la industria 4.0, es imperativo alinear el ciclo de vida a los elementos claves que debemos tener en cuenta en cada una de las fases, tal como se observa en la figura 1,
Fase 1 – Diseño: En esta etapa será fundamentalmente definir los requerimientos de variables, instrumentación, acceso, monitoreo, conectividad e integración mínimos, que soporten la estrategia de confiabilidad de la organización y estén alineados a la adquisición de datos claves para la toma de decisiones.
Fase 2 – Construir Adquirir: Se inicia con la instalación, integración con el sistema de control y otras fuentes de información existentes, finalizando con la generación de la línea base durante las pruebas de comisionamiento y puesta en marcha.
Fase 3 – Operar y Mantener: A partir de aquí se inicia el proceso de caracterización del activo en su contexto operacional, construyendo el soporte para el diagnóstico y toma de decisiones, basadas en riesgo y desempeño.
Fase 4 – Renovar Disponer: En la última etapa se deben tener en cuenta criterios tales como el costo de vida de los activos tangibles e intangibles asociados al monitoreo de condición, su obsolescencia, soporte en el mercado, entre otros, para definir si la tecnología existente puede ser reimplementada o debe ser migrada.
En cada una de las etapas que comprende el ciclo de vida de un activo hay decisiones a tomar, información a estudiar, costos a valorar, repuestos a establecer y múltiples análisis que ejecutar, sin embargo, es usual carecer de información de calidad que disminuya la incertidumbre en el proceso de toma de decisiones, es allí donde el gobierno del dato desde la etapa del diseño será fundamental para la obtención de valor sobre el activo.
La gestión de activos busca un balance entre costo, riesgo y desempeño, en ese sentido uno de los retos principales que debe sortear una organización es el de la mitigación y anticipación a las fallas de sus activos, ya que estas impactan directamente en la disponibilidad, confiabilidad y finalmente la productividad, que afecta el cumplimiento de los objetivos estratégicos, es allí donde muchas oportunidades de mejora y el soporte a la toma de decisiones se pueden encontrar en el monitoreo del performance de los activos, figura 2.
Uno de los grandes desafíos será la generación de conocimiento a través de la adquisición de datos, aspecto que ha sido fuertemente abordado, es habitual encontrar plantas industriales con un sin número de sensores, sistemas de adquisición en tiempo real, rutinas de inspección y demás herramientas que generan una cantidad significativa de datos, figura 3, sin embargo, es normal encontrar que esta data sea revisada posterior a eventos no deseados, con el único objetivo de establecer si hubo alguna evidencia de dicho suceso, evidenciando normalmente dos situaciones:
- Que si se presentaron desviaciones previas que no fueron tratadas a tiempo para una toma de decisiones oportuna
- Que los datos adquiridos no están relacionados con el fallo específico.
Si recurrimos a las definiciones establecidas en la norma ISO 55000 “Gestión de activos - Aspectos generales, principios y terminología” de medición, proceso para determinar un valor y monitoreo, determinar el estado, podemos deducir que se ha abordado este desafío desde la perspectiva de la medición, que no siempre desemboca en la capacidad de poder determinar el performance o el desempeño, que conlleve a una generación de conocimiento para una toma de decisiones.
En síntesis, lo antes descrito es precisamente la consecuencia de no establecer requerimientos de monitoreo de condición desde la etapa del diseño, que permitan su implementación en la puesta en marcha y generación de la línea base del comportamiento esperado, permitiendo establecer desviaciones de manera oportuna en su fase de operación.
Es por esto que se genera el siguiente cuestionamiento:
¿Cómo se podría gestionar de manera oportuna la condición, el riesgo y el desempeño de los activos, con el objetivo de anticiparse y evitar fallas que interrumpan la función y generen daños de alto impacto?
Para esto es imperativo desarrollar metodologías de trabajo sistemáticas las cuales permitan abordar la estrategia de monitoreo de condición desde una óptica de confiabilidad y gestión de activos, esto nos lleva a integrar las bases y fundamentos del RCM, abordando desde el entendimiento de la función y nivel de rendimiento requerido de los activos, sus modos de falla, probabilidad de ocurrencia y como estos serían evidenciados, estableciendo las condiciones de adquisición de datos, tales como variables de condición y de proceso, tipo de sensor, rata de muestreo, protocolos de comunicación, integración y conectividad, entre otros, permitiendo caracterizar el activo en su contexto operacional y la construcción de un indicador de salud. Para esto se consideran 3 aspectos claves que soporten la metodología descrita: probabilidad basada en data histórica, conocimiento especifico en áreas involucradas (CBM, confiabilidad, instrumentación, IT) y protocolos de pruebas que permitan evidenciar los resultados en áreas piloto que posteriormente permitan su despliegue en un alcance mayor, figura 4.
Abordar las implementaciones de monitoreo de condición bajo estrategias organizacionales de gestión de activos orientadas a soportar el cumplimiento de compromisos de disponibilidad, iniciativas de optimización, puesta en marcha de maquinaria nueva, seguridad de procesos y control de calidad en intervenciones, entre otras, permitirá orientarlo a la construcción de un indicador de salud de activo, identificación de ventanas operativas optimas, detección de patologías de fallo en etapa temprana, optimización del ciclo de vida y gestión de repuestos, aspectos que serán claves para la generación de valor.
El monitoreo de condición o performance será un aspecto clave que las organizaciones industriales deberán considerar en sus estrategias de transformación orientadas a garantizar la sostenibilidad, y abordarlo desde una óptica de confiabilidad donde la adquisición de datos se enfoque en las variables relacionadas con los modos de falla, integrando diferentes fuentes de información, disminuirá los niveles de incertidumbre.
Por último, nombramos 7 pautas que serán fundamentales al momento de abordar una implementación tecnológica orientada al monitoreo del performance para gestión de activos:
- Definir muy bien el concepto de valor
- No perder de vista el Core Business, mantener un buen balance entre el negocio e implementaciones nuevas.
- Priorizar con inteligencia, alineación de las iniciativas con los objetivos estratégicos
- Establecer una estrategia con visión holística.
- Definir una hoja ruta que parta desde lo necesario, no desde lo posible.
- Involucrar metodologías de gestión de proyectos agiles y tradiciones, que garanticen batallas tempranas.
- Educar traductores, roles capaces de presentar soluciones técnicas en el lenguaje del negocio y traducir estrategias a niveles tácticos y operativos para su desarrollo.
En definitiva, la gestión de activos, la transformación digital y cultural serán fuente de nuevas oportunidades de estrategia de negocios que surgen gracias a la aparición de las tecnologías, orientadas a lograr objetivos marcados en la generación de valor, la gestión del riesgo y el dinamismo de las organizaciones, alineando los diferentes niveles de gestión y sustentada en el liderazgo humano.
“Todo pasa despacio, hasta que pasa de golpe.” Ernest Hemingway
Autor: María Alejandra Martínez
Ingeniera Mecánica, gerente y fundadora de IDC Ingeniería de Confiabilidad SAS, profesional certificada como AMP Strategic ISO 55000 y CMRP, Co-Chair del comité SMRP LATAM y miembro WIRAM.
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El monitoreo de condición como generador de conocimientos de la Gestión de Activos
Articulo 31 de agosto de 2023En este artículo relacionaremos tres aspectos claves, el monitoreo de condición, la industria 4.0 y la gestión de activos, esto con el objetivo de visualizar como a través de los datos adquiridos a partir de diferentes técnicas de inspección, se puede generar conocimiento que permita a las organizaciones tomar decisiones oportunas y orientadas a la optimización del ciclo vida del activo durante cada una de sus etapas.
Se cree que el monitoreo de condición o también llamado mantenimiento predictivo ya está cubierto en la gran mayoría de las organizaciones industriales, por lo que dejamos de verlo como un foco clave y de soporte en los procesos de transformación que estamos viviendo, sin embargo, esto podría estar lejos de la realidad.
A través de la historia hemos visualizado como el desarrollo que nace desde la primera revolución industrial ha tenido un impacto en la productividad y la economía, partiendo desde la máquina de vapor, pasando por diferentes etapas como la electricidad, producción en serie, computación, internet, automatización, entre otras, lo que ha mostrado un comportamiento similar en su impacto en el sector económico, donde inicia con un incremento desde el punto de vista de la inversión, empieza a decrecer y llega a un punto de sostenibilidad a través del tiempo, sin embargo, en la actualidad hablamos de diferentes procesos de transformación casi de manera simultánea, lo cual exige que encontremos puntos de convergencia que nos lleven a implementaciones exitosas.
En la industria nos vamos a concentrar en 3 procesos claves, la transformación digital, la transformación cultural y la gestión de activos, los cuales a su vez se soportan en un sin número de metodologías y filosofías, aunque puede parecer abrumador como llevarlas a la realidad en cada contexto organizacional, estos procesos deben articularse entre ellos para ganar batallas cortas que les permitan mirar a largo plazo.
Existen algunos mitos en las organizaciones que hacen aún más complejo que estas implementaciones lleguen a resultados exitosos, de alto impacto y sostenibles, los cuales podrían resumirse en 3:
- Las iniciativas de transformación son un proyecto con principio y fin, con un área como único dueño y responsable de los resultados.
Este es sin duda el primer paradigma que debemos abordar si deseamos embarcarnos en un proceso de transformación en nuestra gestión de activos y es que si bien, es idóneo aplicar metodologías de proyectos tanto agiles como tradicionales, la transformación es un proceso de mejora continua que se ajusta a cada contexto organizacional y planeación estratégica, el cual se debe abordar desde una perspectiva holística que permita involucrar a toda la organización, esto no quiere decir que no existan áreas/roles específicos que lideren y guíen estos procesos, pero solo generando un lenguaje común en los niveles estratégico, táctico y operativo, se logrará el cumplimiento de objetivos comunes.
- No todas las compañías cuentan con el nivel de madurez necesario para emprender procesos de transformación.
En muchas ocasiones escuchamos gerentes excusarse en la falta de herramientas tecnológicas, en la vejez de la maquinaria, en el tamaño de la organización, entre otras, para no emprender implementaciones relacionadas con la gestión de activos e industria 4.0, sin embargo, como bien lo sabemos, esto podría impactar en el futuro de la misma, lo que se debe aplicar es un conocimiento profundo de la organización, esto puede ser a través de diferentes metodologías de evaluación de madurez, que nos permitan visualizar los campos de mayor impacto y retorno que le den viabilidad a las inversiones en esta áreas.
- Nunca es tarde para comenzar con la transformación.
Si hay algo de los que somos testigos día a día, es del corto tiempo de vida que tienen las empresas, esto nos indica con claridad que, si no abordamos procesos de transformación a tiempo en nuestras organizaciones, corremos el riesgo de no ser competitivos ni sostenibles en el mercado.
Como consecuencia de los puntos anteriores, muchas organizaciones pierden el foco al momento de sus implementaciones, lo que impacta en la disminución del entusiasmo y la credibilidad en las diferentes metodologías que soportan estos procesos de transformación.
Alineando el ciclo de vida del activo con aspectos de la industria 4.0
En primera instancia si buscamos puntos de convergencia entre la gestión de activos y la industria 4.0, es imperativo alinear el ciclo de vida a los elementos claves que debemos tener en cuenta en cada una de las fases, tal como se observa en la figura 1,
Fase 1 – Diseño: En esta etapa será fundamentalmente definir los requerimientos de variables, instrumentación, acceso, monitoreo, conectividad e integración mínimos, que soporten la estrategia de confiabilidad de la organización y estén alineados a la adquisición de datos claves para la toma de decisiones.
Fase 2 – Construir Adquirir: Se inicia con la instalación, integración con el sistema de control y otras fuentes de información existentes, finalizando con la generación de la línea base durante las pruebas de comisionamiento y puesta en marcha.
Fase 3 – Operar y Mantener: A partir de aquí se inicia el proceso de caracterización del activo en su contexto operacional, construyendo el soporte para el diagnóstico y toma de decisiones, basadas en riesgo y desempeño.
Fase 4 – Renovar Disponer: En la última etapa se deben tener en cuenta criterios tales como el costo de vida de los activos tangibles e intangibles asociados al monitoreo de condición, su obsolescencia, soporte en el mercado, entre otros, para definir si la tecnología existente puede ser reimplementada o debe ser migrada.
En cada una de las etapas que comprende el ciclo de vida de un activo hay decisiones a tomar, información a estudiar, costos a valorar, repuestos a establecer y múltiples análisis que ejecutar, sin embargo, es usual carecer de información de calidad que disminuya la incertidumbre en el proceso de toma de decisiones, es allí donde el gobierno del dato desde la etapa del diseño será fundamental para la obtención de valor sobre el activo.
La gestión de activos busca un balance entre costo, riesgo y desempeño, en ese sentido uno de los retos principales que debe sortear una organización es el de la mitigación y anticipación a las fallas de sus activos, ya que estas impactan directamente en la disponibilidad, confiabilidad y finalmente la productividad, que afecta el cumplimiento de los objetivos estratégicos, es allí donde muchas oportunidades de mejora y el soporte a la toma de decisiones se pueden encontrar en el monitoreo del performance de los activos, figura 2.
Uno de los grandes desafíos será la generación de conocimiento a través de la adquisición de datos, aspecto que ha sido fuertemente abordado, es habitual encontrar plantas industriales con un sin número de sensores, sistemas de adquisición en tiempo real, rutinas de inspección y demás herramientas que generan una cantidad significativa de datos, figura 3, sin embargo, es normal encontrar que esta data sea revisada posterior a eventos no deseados, con el único objetivo de establecer si hubo alguna evidencia de dicho suceso, evidenciando normalmente dos situaciones:
- Que si se presentaron desviaciones previas que no fueron tratadas a tiempo para una toma de decisiones oportuna
- Que los datos adquiridos no están relacionados con el fallo específico.
Si recurrimos a las definiciones establecidas en la norma ISO 55000 “Gestión de activos - Aspectos generales, principios y terminología” de medición, proceso para determinar un valor y monitoreo, determinar el estado, podemos deducir que se ha abordado este desafío desde la perspectiva de la medición, que no siempre desemboca en la capacidad de poder determinar el performance o el desempeño, que conlleve a una generación de conocimiento para una toma de decisiones.
En síntesis, lo antes descrito es precisamente la consecuencia de no establecer requerimientos de monitoreo de condición desde la etapa del diseño, que permitan su implementación en la puesta en marcha y generación de la línea base del comportamiento esperado, permitiendo establecer desviaciones de manera oportuna en su fase de operación.
Es por esto que se genera el siguiente cuestionamiento:
¿Cómo se podría gestionar de manera oportuna la condición, el riesgo y el desempeño de los activos, con el objetivo de anticiparse y evitar fallas que interrumpan la función y generen daños de alto impacto?
Para esto es imperativo desarrollar metodologías de trabajo sistemáticas las cuales permitan abordar la estrategia de monitoreo de condición desde una óptica de confiabilidad y gestión de activos, esto nos lleva a integrar las bases y fundamentos del RCM, abordando desde el entendimiento de la función y nivel de rendimiento requerido de los activos, sus modos de falla, probabilidad de ocurrencia y como estos serían evidenciados, estableciendo las condiciones de adquisición de datos, tales como variables de condición y de proceso, tipo de sensor, rata de muestreo, protocolos de comunicación, integración y conectividad, entre otros, permitiendo caracterizar el activo en su contexto operacional y la construcción de un indicador de salud. Para esto se consideran 3 aspectos claves que soporten la metodología descrita: probabilidad basada en data histórica, conocimiento especifico en áreas involucradas (CBM, confiabilidad, instrumentación, IT) y protocolos de pruebas que permitan evidenciar los resultados en áreas piloto que posteriormente permitan su despliegue en un alcance mayor, figura 4.
Abordar las implementaciones de monitoreo de condición bajo estrategias organizacionales de gestión de activos orientadas a soportar el cumplimiento de compromisos de disponibilidad, iniciativas de optimización, puesta en marcha de maquinaria nueva, seguridad de procesos y control de calidad en intervenciones, entre otras, permitirá orientarlo a la construcción de un indicador de salud de activo, identificación de ventanas operativas optimas, detección de patologías de fallo en etapa temprana, optimización del ciclo de vida y gestión de repuestos, aspectos que serán claves para la generación de valor.
El monitoreo de condición o performance será un aspecto clave que las organizaciones industriales deberán considerar en sus estrategias de transformación orientadas a garantizar la sostenibilidad, y abordarlo desde una óptica de confiabilidad donde la adquisición de datos se enfoque en las variables relacionadas con los modos de falla, integrando diferentes fuentes de información, disminuirá los niveles de incertidumbre.
Por último, nombramos 7 pautas que serán fundamentales al momento de abordar una implementación tecnológica orientada al monitoreo del performance para gestión de activos:
- Definir muy bien el concepto de valor
- No perder de vista el Core Business, mantener un buen balance entre el negocio e implementaciones nuevas.
- Priorizar con inteligencia, alineación de las iniciativas con los objetivos estratégicos
- Establecer una estrategia con visión holística.
- Definir una hoja ruta que parta desde lo necesario, no desde lo posible.
- Involucrar metodologías de gestión de proyectos agiles y tradiciones, que garanticen batallas tempranas.
- Educar traductores, roles capaces de presentar soluciones técnicas en el lenguaje del negocio y traducir estrategias a niveles tácticos y operativos para su desarrollo.
En definitiva, la gestión de activos, la transformación digital y cultural serán fuente de nuevas oportunidades de estrategia de negocios que surgen gracias a la aparición de las tecnologías, orientadas a lograr objetivos marcados en la generación de valor, la gestión del riesgo y el dinamismo de las organizaciones, alineando los diferentes niveles de gestión y sustentada en el liderazgo humano.
“Todo pasa despacio, hasta que pasa de golpe.” Ernest Hemingway
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