A medida que avanzamos con este análisis, expuesto inicialmente en nuestra edición número 16 (que puede leerse en el link: https://predictiva21.com/confiabilidad-humana-y-el-humano-confiable/), se evidencia tanto la importancia de la confiabilidad humana para los procesos industriales, como el cúmulo de variables a tomar en consideración. Para esta segunda parte, el Dr. Bárbaro Giraldo, médico internista y destacado profesional del área de confiabilidad humana, comparte sus conocimientos y experiencias, en un proceso del cual la industria aprende todos los días.
En palabras del Dr. Giraldo, la confiabilidad humana “trata sobre el estudio de los errores humanos en el proceso de producción de una empresa como activo de gestión. Desde la ingeniería se han establecido normas importantes con el fin de disminuir los errores del activo humano en este proceso, y la mayoría de estas han sido dirigidas hacia el área ergonómica y normas de seguridad. Sin embargo son pocos los estudios o escritos que tomen en cuenta el área de salud para identificar factores que intervienen como variables que influyen como causa de errores humanos”. En este orden de ideas, el Dr. Giraldo explica que los humanos son un ente bio-psico-social. En su desarrollo influyen factores biológicos, son “seres vivos con una psique conformada por la gnosis (pensamiento) y emociones como base de nuestro comportamiento; y somos un ente social, ya que nos desenvolvemos en un ambiente de relación ínter personal con una serie de normas morales (colectivas) y éticas (individuales) que nos rigen dentro de la sociedad. Por tal motivo toda alteración en el estado de salud del individuo puede influir en su rendimiento en el ámbito laboral como parte importante en el proceso productivo” –acota el experto. En tal sentido, destaca que existen enfermedades que afectan el área biológica de la persona, así como otras afectan el área psicológica. Por ende un individuo con afectación biológica y/o psicológica tiene repercusión en su relación en el ámbito social. En toda empresa, esta variable en particular se debe tomar en cuenta, a fin de lograr minimizar los errores humanos en la cadena de producción, lo que incide directamente en el mejoramiento de la confiabilidad humana. Algunas enfermedades crónicas conllevan a la incapacidad laboral fácilmente evidenciable. Sin embargo, durante su proceso evolutivo, esta podría producir cambios incipientes que determinen discapacidad en el desempeño de las funciones laborales que pasan desapercibidas a simple vista. “Son estas enfermedades las que deben tener un control adecuado para evitar disminución del rendimiento y los errores humanos” –explica Bárbaro Giraldo. Agrega que dentro de este grupo de enfermedades están presentes la Diabetes Melllitus, Hipertensión Arterial, Hipotiroidismo, Depresión, Síndrome Convulsivo, Artritis Reumatoidea, Fibromialgia, entre otras. En toda empresa se debe implementar un servicio que se dedique a mantener en óptimas condiciones de salud al activo humano, a través de consultas médicas preventivas periódicas incluyendo paraclínicos de rutina, jornadas permanentes de educación en salud.
Bárbaro Giraldo es un asiduo colaborador de Predictiva21. En su artículo REPERCUSIÓN DE LA DEPRESIÓN EN CONFDIABILIDAD HUMANA, publicado en este medio en marzo de este año, Giraldo aborda la depresión como una de las enfermedades que inciden, de forma directa, en la confiabilidad humana, y por ende en la confiabilidad operacional. Esta enfermedad, causante de la disminución de la capacidad de sentir placer en cualquier actividad, disminución de la concentración y la energía física, trastornos del sueño, de la afectividad y del pensamiento, “influiría negativamente en la confiabilidad de los trabajadores en su desempeño laboral. Una persona que tenga trastornos de concentración podría presentar riegos de cometer errores en su trabajo cotidiano, inclusive en trabajos en los cuales su desempeño fue excelente hasta el momento de presentarse la depresión. Así mismo al existir trastorno del sueño y disminución de la energía física también podría ser causas del incremento de fallas en la realización de las labores cotidiana, de allí la importancia del mantenimiento de un buen estado de salud y la prevención de esta patología, y con la misma importancia tenerlo en cuenta en los análisis y estudios de confiabilidad humana” –señala el artículo, de la autoría del Dr. Giraldo.
En un artículo posterior, publicado en la edición de mayo, Bárbaro cita, esta vez, a la hipertensión arterial como uno de los factores de salud física que podrían tener incidencia en el nivel de confiabilidad humana de un trabajador que la padeciere. Textualmente, el Dr. Giraldo explica que las personas que presentan hipertensión arterial corren un alto riego de cometer errores cuando no se encuentran adecuadamente controladas sus cifras tensionales. “Disminuye el nivel de concentración cuando los hipertensos presentan cifras tensionales elevadas debido a la disminución de riego vascular por vasoconstricción. También es importante recalcar la discapacidad que se presenta cuando hay complicaciones oculares por retinopatía hipertensiva, lo que conlleva a disminución importante de la agudeza visual y más aún al presentarse secuelas motoras por accidentes cerebrovasculares (ACVs) ocasionando discapacidad para la realización de tareas manuales, así como dificultad en la comunicación por disartria o afasia motora, además del efecto psicológico sobre el individuo, que podría acarrear estados depresivos importantes”. Como se ve, la salud física y mental va estrechamente entrelazada con la confiabilidad humana y operacional, habida cuenta de la compleja entidad que es el hombre, quien es, en sí mismo, un fin. La confiabilidad humana parte de ser un humano confiable, una persona armonizada en su esfera física, psíquica y emocional, y esta armonización es la base sobre la cual han de erigirse las políticas de confiabilidad, las normas internacionales, las regulaciones ídem, las certificaciones, y toda una cultura industrial mundial sobre lo que es seguro, lo que protege y resguarda los bienes y, sobre todo, lo que protege y resguarda al hombre, el principal activo de esta gran empresa que llamamos civilización.
Editor: Alimey Díaz
Experto invitado: Dr. Bárbaro Giraldo
Correo: barbarog84@gmail.com