Véalo de este modo. Larry pide una cita para ver a su doctor quien lo ha tratado durante años. Al llegar, Larry espera como siempre hasta que la recepcionista le indica: “El doctor lo está esperando”.
Entra y se sienta, como siempre lo ha hecho en ocasiones anteriores, pero con una expresión muy seria y preocupada en su rostro.
“¿Qué hubo, Larry? ¿Qué puedo hacer por ti hoy?”, le dice el doctor. Llamémosle Doctor Bob.
“Bueno, Doc, conoce usted a algún cirujano cardiovascular respetable y confiable?”
Un poco asombrado, Doctor Bob le responde: “¿Y por qué me pregunta eso? ¿Acaso se siente mal?”
“En realidad, no”, responde Larry, “pero quiero averiguar cuán saludable está mi corazón, así que pensé que la mejor manera de saberlo sería que me abrieran el pecho y lo revisaran.”
Como pueden imaginarlo, el Doctor Bob está perplejo ante la propuesta extrema de Larry y lo compara con un episodio de Monty Python. (Si no han oído hablar de Monty Python, puede que yo sea muy Viejo o ustedes muy jóvenes, pero no importa, sigan leyendo.)
¿Han escuchado alguna vez la expresión:
“si no está roto, no lo arregles?”
Desafortunadamente, Larry habla en serio y se queda sentado allí, pacientemente, esperando una respuesta.
Habiendo considerado apretar el botón de emergencia, el Doctor Bob prosigue. “Bueno, Larry, no estoy seguro de que quieras hacer eso en realidad, y como tu doctor de hace tanto año, incurriría en un error si no te hago ver los riesgos inminentes de tomar tal decisión.”
“¿Riesgos? ¿Cuáles riesgos? responde Larry. “Durante muchos años, he venido a verme con usted y he permanecido con buena salud desde que tengo memoria. Hago ejercicio regularmente, tomo las comidas adecuadas, y no fumo ni bebo, así que ¿cuál es el riesgo?”
“¿Has oído mencionar la frase “si no está roto, no lo arregles?”
“Claro que sí”, responde Larry.
“Bueno, Larry, existen muchas otras maneras con las que podemos evaluar la salud de tu corazón sin tener que abrirte el pecho”. Ciertamente, tienes muy buena salud para tu edad, pero someterte a una intervención quirúrgica mayor no solamente es costosa, sino que puede exponerlo a otros riesgos como una infección, sin mencionar el tiempo que le tomará recuperarse. Considere la posibilidad de no quedar igual que antes de la operación. Todos estos riesgos pueden contribuir a crear un problema donde hasta ahora no lo hay.”
Cabe decir que Larry se puso la mano en el corazón (chiste inevitable) luego de hablar con el Doctor Bob, quien le propuso una variedad de prueba no invasivas que lo mantendrían lejos de la mesa del quirófano y le proporcionarían buenas indicaciones sobre el buen estado de su corazón.
Con respecto al corazón de Larry, existen al menos 6 tipos de pruebas no invasivas que pudieran informarle sobre lo que quiere saber. Dependiendo del resultado de dichas pruebas, Larry tendría más datos sobre los cuales tomar decisiones correctas sobre la mejor forma de cuidar su corazón en el futuro y mejorar en los mismos.
“Esto no significa ser tacaño, sino ser práctico y eficiente en el manejo de sus recursos de mantenimiento y su presupuesto.”
Piense en la historia mencionada anteriormente la próxima vez que vaya a desmantelar algún equipo o activo como parte de una actividad planificada.
El hecho de que una parte de un equipo ha funcionado bien, sin mostrar signos de defecto o fallas, es algo que no debe ser ignorado en la labor de mantenimiento. Al contrario, tome tiempo para considerar con certeza la causa e inclusive como factor cuando vaya a decidir cómo van a ser sus futuras inspecciones.
Si se trata de una caja de cambios, el análisis de aceite es un buen indicador de la salud interna de sus engranajes, etc. Para Larry, una simple prueba de sangre proporcionaría suficiente información sobre sus niveles de colesterol bueno (HDL) y colesterol malo (LDL), por nombrar sólo una de innumerables pruebas posibles.
Tome muestras de sus aceites y revise los reportes de análisis. Considere el uso y las horas de funcionamiento del equipo. Pudiera encontrar que un cambio de aceite puede prolongarse de 12 a 24 meses. Esto no es ser tacaño. Esto es ser práctico y eficiente en el manejo de sus recursos de mantenimiento y presupuesto.
¿Y qué tal un electrocardiograma? Si Larry hubiera dicho que había estado sintiendo palpitaciones fuertes o aceleradas, mareos, falta de aliento o dolor en el pecho, esta sería una excusa ideal para pedir que lo abrieran en lo que seguiría siendo tan sólo una inspección visual. Al menos, sin embargo, Larry hubiera registrado síntomas que le permitirían al Doctor Bob decidir cuáles pruebas aplicar en “modo falla”. ¿Ven a lo que me refiero?
Excepto que ahora solo tienes que asegurarte de poner cada cosa donde estaba y como lo conseguiste.
Las inspecciones visuales son un principio vital en cualquier Monitoreo de Condición, pero ¿hace falta abrir una caja de engranajes para hacer dichas inspecciones? Claro que no. Encuentre una ventana de oportunidad, utilice la escotilla de inspección y un boroscopio para identificar cualquier daño posible a los dientes de los engranajes o los cigüeñales, etc. Resulta más económico y menos intenso que desarmar la caja, solo para verificar que está bien.
Luego, tiene que asegurarse de volver a poner todo tal como lo encontró. Oh, y por cierto, producción necesita eso listo para las 7:30 de la mañana, pero no te apures mucho, para que te dé tiempo a estar en casa para ver Los Simpsons. Consideremos la tabla siguiente en relación con su corazón, y vamos a aplicar la misma manera de pensar en sus activos críticos. Ninguna de estas pruebas le pondrá bajo peligro inminente. Al contrario, cada una de ellas está diseñada para tratar modos o síntomas específicos de fallas y facilitar un diagnóstico de manera que puedan tomarse más decisiones informadas para el tratamiento. ¿Alguien quiere Monitoreo de Condiciones?
Para una caja, considere las siguientes revisiones, ninguna de las cuales son masivamente intensas, pero pueden arrojar información importante con respecto condición y no cuestan mucho:
- Recorrido reconocimiento visual.
- Inspección visual por puertos de inspección.
- Inspección por boroscopio.
- Medición de temperatura
- Termómetros.
- Detector de resisten temperatura (RTD).
- Termógrafo.
- Medición de presión de aceite.
- Medición de sonido y vibración.
- Inspección de elementos de filtro.
¿Cuál es la moraleja de la historia? Si no está roto, no lo arregle. Monitoréelo. Mientras más monitoree y aumente su comprensión o conciencia sobre los posibles modos de falla dentro de sus activos, estará en mejor posición para ahorrarse acciones de mantenimiento innecesarias, aumentar el ciclo de vida de sus activos, incrementar la confiabilidad y prevenir que pequeños problemas se conviertan en grandes problemas.
Escuche al Doctor Bob y haga como Larry.
Autor: Liam Doyle
Gerente de Desarrollo de Operaciones y Negocios en AVT Reliability (Irlanda) Ltd
Correo: liamdamiendoyle@gmail.com
Traducción: Richard Skinner