En muchas ocasiones, he tenido la oportunidad de leer este pensamiento o Máxima del Mantenimiento, según la última definición dada por un viejo amigo con más de 20 años en el área de mantenimiento industrial. Inscrita está en revistas técnicas, manuales, trabajos de grado, papers, publicaciones en la web, entre otras. (Ver Figura N° 1)
Se trata de una composición de oraciones que relata por sí sola, las consecuencias o beneficios del mantenimiento, si este es llevado o no dentro de una empresa cualquiera sea su desempeño. Las siguientes imágenes, muestran el contenido de tales oraciones.
La primera, es una imagen tomada a la montura, la cual se encuentra ubicada a la espalda del Director de Mantenimiento, de una gran empresa venezolana. La segunda fue tomada de un Manual de Mantenimiento para uno de los Componentes de la F.A.N.B, colgado en internet. Pese a lo trascendental de la frase, de su autor, A. Sutter, no sabemos mucho. En su trabajo “Principios del Proceso de Mantenimiento”, Manuel Márquez y Armando Coello (2009), mencionan a A. SUTER, de Servicios Industriales de Westinghouse de Venezuela, pero no se conocen mayores datos del autor, mucho menos la fecha de elaboración de este escrito, materia obligada para todo mantenedor. De acuerdo con la entrevista realizada al dueño de la montura arriba mostrada, la misma data del año 1985, tomada de unos libros ubicados en las instalaciones del Metro de Caracas.
La segunda imagen, tomada del Manual de mantenimiento para uno de los Componentes de la F.A.N.B. tiene una historia similar a la primera. El autor del mencionado Manual, desconoce al igual que el investigador el origen del mensaje, dice haberlo visto por muchos años en textos, revistas, manuales.
¿Qué hay detrás del Mantenimiento?
Según muestra la Tabla N° 1, la Función Mantenimiento ha evolucionado con el paso del tiempo para bien de la organización. Ha manifestado cambios debido al aumento de la mecanización, mayor complejidad de la maquinaria, nuevas técnicas y nuevo enfoque de la organización y de las responsabilidades del mismo. El Mantenimiento ha reaccionado ante las nuevas expectativas: mayor importancia a los aspectos de Seguridad y Medio Ambiente, conocimiento de la conexión entre este y la calidad del producto. Asimismo, tales cambios han colocado a prueba las aptitudes y conocimientos de todo el personal involucrado en el sistema de mantenimiento.
Lo más importante durante el aprendizaje de cualquier disciplina es comprender los conceptos básicos de esta. En este sentido, el Mantenimiento no es una ciencia regida por definiciones estrictas de uso universal, ni mucho menos por formulaciones matemáticas. La literatura acerca del tema muestra gran variedad de acepciones con características particulares de cada autor. Muchas palabras definen o conceptualizan este término, entre ellas cabe mencionar las siguientes:
- Control Constante.
- Acciones Orientadas, dirigidas, necesarias.
- Actividades Técnicas.
- Responsabilidad.
- Técnicas utilizadas.
- Servicio.
Sin temor a equivocarme, la más acertada de las anteriores, corresponde a la Responsabilidad, pues es el valor que permite crear un vínculo emocional entre las personas y los objetivos del mantenimiento, sea visto este como un sistema, una unidad o como una organización. En ese sentido, no existe ni existirá:
La Norma Venezolana Covenin N° 3049-93, vigente para la fecha, define Mantenimiento de la manera siguiente: “Conjunto de acciones que permite conservar o restablecer un Sistema Productivo (Dispositivos, Equipos, Instalaciones y/o Edificaciones) a un estado específico para que pueda cumplir un servicio determinado”.
Anzola (1992), lo describe como «Aquel que permite alcanzar una reducción de los costos totales y mejorar la efectividad de los equipos y sistemas».
El Centro Internacional de Educación y Desarrollo (CIED), filial de PDVSA (1995), lo define como: «El conjunto de acciones orientadas a conservar o restablecer un sistema y/o equipo a su estado normal de operación, para cumplir un servicio determinado en condiciones económicamente favorable y de acuerdo a las normas de protección integral.»
Para Moubray (1997), el mantenimiento significaba «Acciones dirigidas a asegurar que todo elemento físico continúe desempeñando las funciones deseadas».
José Molina (2004), se refiere a este como: “La responsabilidad de mantener en buenas condiciones la maquinaria y herramientas del equipo de trabajo, lo cual permite un mejor desenvolvimiento y seguridad evitando en parte en el área laboral”.
Más allá de nuestras fronteras, Benjamín Blanchard (1986), define al mantenimiento en líneas generales como: “Todas las acciones necesarias para mantener un sistema o producto o restaurarlo a condiciones de servicio”.
La Asociación Española de Mantenimiento 1990, lo define como: “Conjunto de actividades técnicas de aplicación directa, estructurales y de control económico que satisfacen diversas condiciones, entre ellas, conseguir que el Ciclo Vital, la Vida Útil de las instalaciones, máquinas y edificios sea lo más prolongado posible, lo que permite, que el valor de las inversiones permanezca activo durante el tiempo de amortización e incluso después. De igual forma, lo ha clasificado universalmente en tres tipos: Preventivo, Correctivo y Predictivo.
Así mismo, La Norma Venezolana Covenin N° 3049-93, establece seis (06) tipos de Mantenimiento. A saber:
• Mantenimiento Rutinario: Comprende actividades tales como: lubricación, limpieza, protección, ajustes, calibración u otras; su frecuencia de ejecución es hasta periodos semanales, generalmente es ejecutado por los mismos operarios de los sistemas Productivos y su objetivo es mantener, alargar la Vida Útil y evitar su desgaste.
• Mantenimiento Programado: Sigue las instrucciones técnicas recomendadas por fabricantes, diseñadores, usuarios y experiencias conocidas, para obtener ciclos de revisión y/o sustituciones a objeto de determinar la carga de trabajo que será necesaria programar. Su frecuencia de ejecución podrá ser quincenalmente hasta periodos anuales.
• Mantenimiento por Avería o Reparación: Atención a un Sistema Productivo cuando aparece una falla. Su objetivo es mantener en servicio adecuadamente dichos sistemas, minimizando sus tiempos de parada.
• Mantenimiento Correctivo: Comprende las actividades de todo tipo encaminadas a tratar de eliminar la necesidad de mantenimiento, corrigiendo las fallas de una manera integral a mediano plazo: modificación de elementos de máquinas y alternativas de procesos, cambio de especificaciones, ampliaciones, revisión de elementos básicos de mantenimiento y conservación. Puede ser ejecutado por el personal de la organización o por entes foráneos, dependiendo de la magnitud, costos, especialización u otros. Su intervención tiene que ser Planificada y Programada en el tiempo para que su ataque evite paradas injustificadas.
• Mantenimiento Circunstancial: Definido como una mezcla de mantenimiento rutinario y programado, avería y correctivo, ya que por su intermedio se ejecutan acciones de rutina pero no tienen un punto fijo en el tiempo para iniciar su ejecución, porque los sistemas atendidos funcionan de manera alterna. Se ejecutan acciones programadas en un calendario anual, se atienden averías cuando el sistema se detiene.
• Mantenimiento Preventivo: Es aquel que utiliza todos los medios disponibles, incluso los estadísticos para determinar las frecuencia de las inspecciones, revisiones, sustitución de piezas claves, probabilidad de aparición de averías, vida útil, entre otras, a fin de adelantarse a la aparición o predecir la presencia de las fallas.
Especial atención merecen las palabras: Ciclo Vital y Vida Útil aparecidas en la definición de Mantenimiento de la Norma Venezolana Covenin N° 3049-93 y en la Asociación Española de Mantenimiento 1990. En ese sentido, surge la Filosofía de Gestión de Activos a finales de los años 90, la cual se enfoca en la toma de decisiones a través de todo el Ciclo de Vida del Activo Físico, desde su creación o adquisición, utilización, mantenimiento y renovación o disposición final, a diferencia del mantenimiento tradicional, cuyo objeto estaba dirigido únicamente al estudio del equipo durante su vida operacional.
Carlos G. Pallotti. Vicepresident-Latin America Operations (2002). Predice para la fecha la Evolución de Gerencia de Mantenimiento a la Gerencia del Ciclo de Vida de los Activos. En tal sentido, se basa en la siguiente definición acordada por líderes del entorno como sustento de lo anterior. “Gerenciar activos a través de su entero ciclo de vida, es un desafío mayor y una tarea esencial para optimizar el Retorno sobre los Activos (ROA)” . Ver Figura N° 2.
1.- Compras: Las decisiones en las compras, tienen profundo impacto en el potencial de crecimiento y rentabilidad de la empresa.
2.- Seguimiento: Identificar las tendencias, por el seguimiento de los activos, permiten a las empresas aumentar la eficiencia operacional y proporcionar las herramientas para reducir costos.
3.- Gestión: Se pierde parte del rédito cuando no se logra el nivel más alto posible del uso productivo de un activo.
4.- Venta: Información exacta y confiable de un activo, tiene un impacto significativo en el valor recibido por ese activo en su reventa. “Vender, no desechar. Retornar dinero a la operación”.
Améndola L, Depool T, Contraras R, (XIII CONGRESO DE CONFIABILIDAD), establecen que la Gestión de Activos vista como un Sistema, puede representarse en forma de bucle cerrado que se retroalimenta por cada estación presente en ciclo. Cada estación representa un pilar fundamental del Sistema de Gestión. El proceso de retroalimentación, significa que la organización tendrá que establecer periódicamente procedimientos para monitorear, medir y corregir el desempeño en la gestión de activos, y en base a esto, replantear estrategias de implementación y operación para alcanzar de manera óptima sus objetivos. (Ver Figura N° 3)
Según sea la Gestión en estudio:
- Gestión del Mantenimiento, vista esta como una organización, un Sistema o una Unidad.
- Gestión de Activos Físicos.
- Gestión de procesos.
- Gestión de Procesos.
- Gestión del Talento Humano.
- Gestión de Negocios, entre otros.
Se necesita de la persona que esté al frente de la misma, al menos las siguientes Cualidades:
- Actitud y Aptitud: Capacidad y Condiciones.
- Autoridad: Legitimidad.
- Liderazgo: Dominio de grupo.
- Sentido Común: Lógica.
- Conocimiento: Experiencia (Meritocracia)
Acompañado entre otras cosas de:
- Herramientas: Tecnología.
- Talento Humano capacitado.
- Recursos Económicos.
- Confort.
Si no hay Sinergia en entre los puntos anteriores, es poco probable que la Gestión llegue a feliz término. Cada gestión tendrá sus características particulares de ser llevada. No existen patrones de filosofías indicadas para tales casos. Según la Visión de cada empresa, del talento humano, de sus capacidades, se implantará en la medida de las posibilidades, la filosofía más indicada, a n de lograr el crecimiento de la empresa y sobre todo: asegurar que los activos cumplan las funciones requeridas con un costo óptimo durante todo su ciclo de vida, sin comprometer la salud, seguridad, desempeño ambiental o la reputación de la organización.
A fin de lograr lo escrito anteriormente, surgen para tales fines en 1.990, desarrolladas por el Instituto de Excelencia de Mantenimiento de los Estados Unidos, las 10 Mejores Prácticas del Mantenimiento, producto del estudio más exitosas, identificando en cada una de ellas las mejores prácticas comunes del mantenimiento industrial:
- Trabajo en Equipo.
- Contratistas Orientados en la Productividad.
- Integración de Proveedores de Materiales y Servicios.
- Apoyo y Visión de la Dirección.
- Planificación y Programación Proactiva.
- Mejora Continua.
- Gestión Disciplinada de los Stocks.
- Integración de los Sistemas.
- Gestión de las Paradas de Plantas.
- Producción Basada en Confiabilidad.
Es así, como en el año 2004, dando respuesta a la necesidad del sector industrial de contar con un estándar para la aplicación de la Gestión de Activos, se crea en Inglaterra la propuesta de norma PAS 55, una especificación pública dirigida a optimizar la gestión de activos físicos e infraestructura, contentiva de 28 elementos ordenados según el formato de Ciclo de Deming, en honor a su creador Edwards Deming, conocido como Espiral de Mejora Continua o Círculo PDCA (del inglés, Plan – do – check – act): planificar – hacer – verificar – actuar. Puede ser utilizada además para diversos fines: auto-evaluaciones, benchmarking, mejoras en la planificación, auditorías independientes, certificación, selección de contratistas, demostración de competencia, entre otras.
Convertida hasta la fecha en referencia internacional en el área. Los esfuerzos para concebirla inician en 1995, dada la voluntad de un comité de gerentes, miembros del Instituto de Gestión de Activos, representantes de la industria, gobierno y organismos regulatorios ingleses, se reúnen por primera vez para definir la dirección que tomaría esta norma. Su escritura, revisión y publicación ocurrió por en Abril del 2004, realizada a través del British Standards Institute (B.S.I.). Se trata de un modelo dinámico, secuencial y en bucle cerrado que intenta caracterizar de forma precisa el curso de acciones a llevar a cabo para asegurar la eficiencia, eficacia y mejora continua del mismo. (Ver Figura N° 4)
PAS 55 define la Gestión de Activos como “las actividades y prácticas sistemáticas y controladas a través de las cuales una organización gestiona óptimamente sus activos, su desempeño asociado, sus riesgos y gastos a través de su ciclo de vida, con el objetivo de cumplir con el plan estratégico de la organización”.
En atención al contenido de la norma pública y libre PAS 55, el objetivo de la Gestión de Activos es asegurar que los activos cumplan las funciones requeridas y ser capaz de demostrar el nivel de desempeño en términos de servicio o producción, de forma sustentable, con un costo óptimo durante todo su ciclo de vida, sin comprometer la salud, seguridad, desempeño ambiental o la reputación de la organización.
El Instituto de Gestión de Activos (I.A.M. Institute of Asset Management), define la Gestión de Activos como “el arte y la ciencia de tomar las decisiones correctas y optimizar los procesos de selección, mantenimiento, inspección y renovación de los activos”. 2010, a fin de minimizar el costo de vida total de los activos, además de tener cuidado especial con otros factores críticos como el riesgo o la continuidad del negocio, los cuales deberán ser considerados objetivamente para la toma de decisiones.
El esfuerzo de las organizaciones para mejorar el rendimiento de sus activos no termina con el desarrollo de los sistemas de gestión del mantenimiento, sino que, durante la vida útil de los activos, es necesario implementar actividades de prevención y corrección de fallos, en el diseño, construcción, explotación y reemplazo de los mismos. Es decir, para lograr los objetivos de Disponibilidad y Confiabilidad de los activos, no basta con realizar las actividades tradicionales del mantenimiento, sino que toda la vida útil del equipo debe gestionarse para optimizar su desempeño.
En atención a los términos Disponibilidad y confiabilidad mencionadas en el párrafo anterior, Luis F. Sexto (2005), realiza el siguiente análisis. “La disponibilidad es la probabilidad de que un activo realice la función asignada cuando se requiere de ella. Esta depende de cuan frecuente se producen los fallos (Confiabilidad) y de cuánto tiempo se requiere para corregir los mismos (Mantenibilidad), en este sentido, define la misma, como la probabilidad de que un activo o grupo de ellos en fallo, sea restaurado a su estado operativo en un tiempo determinado en concordancia con los procedimientos de acción correctiva establecidos por la empresa. La figura N° 3 muestra el comportamiento de Disponibilidad según los resultados de la Confiabilidad y la Mantenibilidad. El autor deduce de la misma, la importancia de invertir en mejorar ambos parámetros del Mantenimiento.
Autor: Ingeniero Civil Juan Bautista Rengifo
Correo: jbrengifo@gmail.com