Para garantizar la disponibilidad, seguridad y fiabilidad de los activos, es necesario un mantenimiento rutinario. Ya sea planificado, reactivo o preventivo, una estrategia de mantenimiento de activos puede marcar la diferencia entre un funcionamiento productivo y otro costoso. Para esto, el diplomado en gestión de activos y mantenimiento prepara al personal para enfrentar los retos que conlleva la administración de bienes.
En algunos casos, crear una estrategia de mantenimiento de activos lleva tiempo y dinero. Pero hay que tener en cuenta que el fracaso de un activo puede costar a una empresa 10 veces más de lo que cuesta poner en marcha un plan de mantenimiento que funcione.
Entre la adquisición y la eliminación, el mantenimiento y la explotación es la fase más larga del ciclo de vida de los activos. La implantación de un plan de mantenimiento eficaz puede ser un proceso complejo. Pero cuando se combina con un sistema de gestión de activos, pronto notará una mayor eficiencia a la hora de mantener sus activos.
¿Qué es un diplomado en gestión de activos y mantenimiento?
Un diplomado en gestión de activos y mantenimiento es un programa de formación que tiene como objetivo capacitar a los profesionales en el diseño, implementación y evaluación de planes y estrategias de mantenimiento preventivo y predictivo, así como en la gestión eficiente de los activos físicos de una empresa.
El diplomado en gestión de activos y mantenimiento es ideal para aquellos que desean mejorar sus habilidades y conocimientos en la planificación y gestión de activos físicos, incluyendo equipos, maquinarias, infraestructuras, instalaciones y sistemas.
Beneficios de tomar un diplomado en gestión de activos y mantenimiento
Tomar un diplomado en gestión de activos y mantenimiento puede ofrecer muchos beneficios, tanto para los profesionales como para las empresas. Algunos de los beneficios más destacados son:
- Mejora de habilidades y conocimientos en la gestión de activos y mantenimiento.
- Incremento de la eficiencia y la productividad en la empresa.
- Reducción de costos operativos.
- Cumplimiento de las normativas legales y regulatorias.
- Aumento de la seguridad en el lugar de trabajo.
Por qué las empresas se centran en el mantenimiento de activos
Si está gastando más de la cuenta en tareas de gestión de activos, suele haber tres causas fundamentales: reparaciones de emergencia, tiempo de inactividad y sustitución de activos. Estos problemas son comunes, ya que el 82% de las empresas experimentan tiempos de inactividad imprevistos al menos una vez cada tres años.
La mejor manera de superar la espiral de costes es desarrollar un plan de mantenimiento de activos eficaz. Aunque se pueden utilizar hojas de cálculo para supervisar y gestionar el mantenimiento, como hace el 52% de los gestores de instalaciones, el mantenimiento de los activos sólo tendrá éxito si se utilizan herramientas sofisticadas de gestión de activos y mantenimiento. Estas herramientas también ayudan a:
- Ralentizar la depreciación de los activos
- Prolongar la vida útil de los activos más antiguos
- Reducir las reparaciones de emergencia y las averías
- Aumentar el rendimiento y la fiabilidad de los activos
- Mejorar la salud y la seguridad en el lugar de trabajo
El mantenimiento de activos: relacionado con la integridad de los activos
La integridad de los activos es importante para garantizar que los equipos, la maquinaria y otros activos funcionen durante su vida útil prevista. Hacerlo significa menos sustituciones y menos dinero gastado en reparaciones. Para lograrlo, hay varias actividades que debe tener en marcha, una de las cuales es una guía/plan de mantenimiento.
El mantenimiento de activos permite a las empresas realizar comprobaciones de seguridad, inspecciones, servicios y pruebas. Cada actividad es crucial para el proceso de gestión de la integridad de los activos (GIA).
3 señales de que necesita una estrategia de mantenimiento de activos
En última instancia, hay tres razones clave para implementar un plan de mantenimiento de activos:
1. Está gastando demasiado en reparaciones
Sin revisiones e inspecciones periódicas, los activos se deterioran. Esto afecta a su rendimiento y producción general. Con el desgaste gradual, surge la necesidad de reparar un activo para devolverlo a su estado óptimo de funcionamiento.
2. Tiempos de inactividad imprevistos
El tiempo de inactividad planificado puede ser positivo. Permite a los ingenieros actualizar las máquinas y sustituir las piezas desgastadas. Sin embargo, el tiempo de inactividad no planificado es otra historia.
El tiempo de inactividad imprevisto se produce cuando los activos se averían inesperadamente. Esto no sólo supone una interrupción de la producción, sino que también requiere reparaciones de emergencia. Algo que no siempre entra en el presupuesto. En 2005, la industria del automóvil perdió 22.000 dólares cada minuto debido a tiempos de inactividad no planificados.
3. Aumenta el ritmo de envejecimiento de los activos
La eliminación y la renovación son las etapas finales del ciclo de vida de un activo. Esto significa que una vez que un activo ha cumplido su función o es demasiado costoso repararlo, se sustituye.
Aunque el proceso de envejecimiento es natural, el ritmo al que envejece un activo no debería afectar a su integridad. Si la integridad del activo disminuye, es hora de plantearse un plan de mantenimiento.
Gestión de activos frente a gestión del mantenimiento
A partir de la definición de gestión de activos que hemos proporcionado, es posible que haya notado que suena muy similar a la gestión del mantenimiento. No es el único. Muchas personas utilizan los dos términos indistintamente, aunque en realidad son diferentes.
Dado que hay muchas partes en el ciclo de vida de un activo, la gestión de activos implica la contribución de múltiples departamentos, como planificación de activos, ingeniería, producción, mantenimiento y contabilidad. Estos grupos colaboran para evaluar y gestionar el coste, el valor, el riesgo y el rendimiento de un activo. Dependiendo de la organización, un único departamento puede ser responsable de muchas de estas funciones.
Nuestro artículo ¿Qué es la gestión del mantenimiento? afirma que la gestión del mantenimiento se centra en la realización de actividades de mantenimiento y en la coordinación de los recursos de mantenimiento, incluidas las piezas, la mano de obra y el presupuesto. En el gráfico anterior puede verse que el mantenimiento -y, por tanto, la gestión del mantenimiento- es sólo una pieza del «puzzle» de la gestión de activos. La siguiente sección desglosa la gestión de activos en sus componentes básicos.