Existen técnicas ya desarrolladas para la evaluación de riesgos. Estas le permiten a los diseñadores, fabricantes y operadores actuar en respuesta, tanto para minimizarlas como para controlar las consecuencias y que éstas no se traduzcan en pérdidas económicas para el sistema productivo. Una de las técnicas usadas en la gestión de riesgos empresariales es el AMEF, la cual permite registrar y cuantificar los modos de fallas potenciales de un equipo.
Por ejemplo, si el equipo ya tiene un historial de fallas, ya se tiene gran parte del trabajo hecho. Además, sirve para evaluar sus controles actuales (planes de mantenimiento, equipos de monitoreo, sensores); reseñar las consecuencias y las posibles causas de dichos modos de fallas; cuantificar sus riesgos y definir las acciones preventivas y correctivas para minimizar su frecuencia.
Específicamente, las acciones preventivas y correctivas en el AMEF están direccionadas a estrategias y actividades específicas de mantenimiento en una frecuencia adecuada. La frecuencia es el resultado del análisis estadístico de los modos de fallas involucrados. Posteriormente, procede la retroalimentación de la información evaluando nuevamente los riesgos y luego realizar los refinamientos adecuados infiriendo en una mejora continua.
Por esta razón, el AMEF es un procedimiento de gran utilidad para aumentar la confiabilidad de un equipo o sistema. Principalmente, porque permite encontrar soluciones e implementar controles a las fallas potenciales que pueda presentar un proceso productivo antes de que estas ocurran.
¿Qué es el AMEF?
El Análisis de modo y efecto de falla (AMEF) es un proceso para la identificación de las fallas potenciales en el diseño de un producto o proceso antes de que éstas ocurran. Principalmente, con el propósito de eliminarlas o de minimizar el riesgo asociado a las mismas.
De igual forma, se puede definir como un proceso sistemático, continuo y permanente cuyo objetivo es recomendar las acciones a tomar durante el diseño, la manufactura o la operación de un equipo o sistemas de equipos. Su principal objetivo es eliminar o reducir los riesgos, los costos asociados a las fallas e incrementar la satisfacción del cliente.
Por lo tanto, el AMEF puede ser considerado como un método analítico estandarizado para detectar y eliminar problemas de forma sistemática y total, cuyos objetivos principales son:
- Reconocer y evaluar los modos de fallas potenciales y las causas asociadas con el diseño, manufactura y operación de un producto.
- Determinar los efectos de las fallas potenciales en el desempeño del sistema.
- Identificar las acciones que podrán eliminar o reducir la oportunidad de que ocurra la falla potencial.
- Analizar la confiabilidad del sistema.
- Documentar el proceso.
Aunque el método del AMEF generalmente ha sido utilizado por las industrias automotrices, éste es aplicable para la detección y bloqueo de las causas de fallas potenciales en equipos y procesos de cualquier clase de empresa, ya sea que estos se encuentren en operación o en fase de proyecto; así como también es aplicable para sistemas administrativos y de servicios.
Ventajas del AMEF
Las ventajas o beneficios del AMEF se reflejan en la eliminación o reducción de los modos de fallas potenciales tanto a corto como a largo plazo. A corto plazo, representa ahorros de los costos de reparaciones, las pruebas repetitivas y el tiempo de parada de una falla. El beneficio a largo plazo es mucho más difícil medir puesto que se relaciona con la satisfacción del cliente con el desempeño del equipo o proceso y con su percepción de la calidad.
Por otro lado, el AMEF permite:
- Ayudar en la selección de alternativas durante el diseño, manufactura y operación para mejorar el desempeño de un equipo o proceso.
- Incrementar la probabilidad de que los modos de fallas potenciales y sus efectos sobre la operación del sistema sean considerados durante el diseño, manufactura y operación.
- Proporcionar una información adicional para ayudar en la planeación de programas de pruebas de funcionamiento de equipos, programas de mantenimiento (sobre todo en el establecimiento de acciones en las frecuencias adecuadas y con los recursos adecuados).
- Desarrollar una lista de modos de fallas potenciales de los equipos, clasificados conforme a su probable efecto sobre el proceso productivo.
- Proporcionar un formato documentado abierto para recomendar acciones que reduzcan el riesgo para hacer el seguimiento de ellas.
- Detectar fallas en donde son necesarias características de auto corrección o de leve protección.
- Identificar los modos de fallas conocidos y potenciales que de otra manera podrían pasar desapercibidos.
- Detectar fallas primarias, pero a menudo mínimas, que pueden causar ciertas fallas secundarias.
- Proporcionar un punto de visto fresco en la comprensión de las funciones de un sistema.
Flujograma para realizar un AMEF
Los formatos que se presentan, para documentar un AMEF, deben adaptarse a las necesidades de cada empresa en particular y pueden ser agregados otros rubros que faciliten su uso y su comprensión.
Es importante destacar que no debe pensarse en el AMEF como un departamento de la empresa, sino como un proceso permanente donde están involucrados todos los involucrados. Además, tiene relación directa con la filosofía del Mantenimiento Centrado en Confiabilidad y Productivo Total. El AMEF puede parecer un proceso engorroso y costoso, pero a la larga conducirá a beneficios incalculables para la empresa donde se aplica.
En términos generales, un AMEF consta de los siguientes elementos y/o etapas:
- Identificación de Funciones y Fallas.
- Determinación de Causas.
- Análisis de Fallas.
- Evaluación de Ocurrencia de la falla.
- Evaluación de la Severidad de la falla.
- Revisión del método de Detección de la falla.
- Análisis del Efecto. (Procedimiento de consecuencias potenciales)
- Determinación de Características Especiales.
- Evaluación de Riesgos.
- Establecer nivel de criticidad.
- Determinar el Número de Prioridad de Riesgo.
- Toma de acciones para reducir el riesgo.
Requerimientos para realizar un AMEF
Para hacer un AMEF se requiere lo siguiente:
- Un equipo de personas con el compromiso de mejorar la capacidad de diseño y proceso para satisfacer las necesidades del cliente. Para realizar un AMEF de manera correcta debe conformarse un equipo de trabajo integrado por al menos: un facilitador, un operador, un mantenedor, un programador, un ingeniero de proceso/mantenimiento y un especialista.
- Diagramas esquemáticos y de bloque de cada nivel del sistema, desde subsistemas hasta el sistema completo.
- Especificaciones de los componentes, lista de piezas y datos del diseño, Historiales de equipos (datos de fallas: descripción, acción correctiva, tiempos de parada).
- Especificaciones funcionales de módulos y subsistemas, planes de mantenimiento actuales.
- Requerimientos de manufactura y detalles de los procesos que se van a utilizar, además de formatos de AMEF (en papel o electrónicas) y una lista de consideraciones especiales que se aplique al equipo o proceso.